Este chico no es ninguno en concreto, pero podría ser cualquiera de tus amigos y de la gente de su edad que te rodea. Amaba el baloncesto, la música de Avicii y estaba haciendo un curso de fotografía. Sobre su mesa los apuntes estaban abiertos por el tema 5, que ya no terminará. Tampoco terminará de sacarse el carné de coche.

      Esta profesora no es ninguna en concreto, pero podría ser cualquiera de los vecinos a los que saludas en el ascensor cada mañana o la persona que se apoyó en el mostrador de la panadería un minuto antes de que tú entraras. Dentro de unos días quien terminará el tema de Biología que estaba explicando será su sustituta. Le encantaba el senderismo. Iba a ser madre. Ya no ocurrirá.

    Esta mujer no es ninguna en concreto, pero podría ser cualquiera de las madres de tus amigos. Quizás podría ser la fisioterapeuta que te atendió el otro día. Quizás no fuera la madre de tu amigo. Quién sabe si podría ser la tuya. Desde hoy, tendrá que aprender a dormirse sola por las noches.

    Este hombre no es ninguno en concreto, pero podría ser tu padre o tu tío o tu entrenador. Es posible que mañana, cuando acudas a la cita, te digan que tu médico se ha ido. Podría ser que el ordenador que se llevó ese técnico para repararlo, se quede para siempre destripado sobre su mesa. No pudo decir adiós. Solo una mirada perdida en silencio…

    Podría ser un virus. Podría ser la encarnación del mal. Podría ser una copia del reverendo Henry Kane. El demonio, la misma muerte, el olvido… Podría ser un juez divino… Lo que seguro que no podrías haberte imaginado es su verdadera identidad. Al final de nuestro vídeo te quedarás sin palabras. El silencio te helará los huesos cuando sepas la verdad. Cuando comprendas que…